Hace poco comentaba con alguien una noticia acerca de que los módulos de formación profesional tenían más salidas profesionales que las carreras universitarias… Todos nos lo hemos creído tranquilamente, afirmando con nuestras cabezas y asumiendo la realidad de esta afirmación. Sin embargo, yo me pregunto ¿hay una salida para el talento?¿de qué depende que exista esa salida?
La realidad es que ni los módulos de formación profesional ni las carreras universitarias tienen salidas profesionales. Son las personas las que buscan y/o crean las salidas.
Cierto es que el mercado puede estar demandando más un tipo de profesionales, con una cualificación específica, pero es la persona la que determina su futuro, no sus estudios. Cada persona tiene unas cualidades y de nosotros depende identificar cuál es mi talento y qué puedo hacer para sacarle partido.
Por otro lado, no siempre es tan fácil identificar nuestros talentos (ni siquiera que los identifiquen desde fuera cuando tenemos 17/18 años). Por lo que nos dejamos llevar por el razonamiento rápido y sencillo: elige una carrera profesional “con salidas”.
¿Y qué hacemos entonces?
A partir de aquí nos preparamos para una profesión que no nos enamora y para la que no tenemos demasiada motivación, dejando que sea el destino y la situación del mercado laboral los que decidan por nosotros.
Una vez más, apelo a nuestra capacidad para ser protagonistas de nuestra vida y dejar de ser meros espectadores.
En muchas de mis formaciones lanzo la pregunta:
¿Qué diferencia a un profesional con una calidad en su trabajo del 100% (o del 90%), de uno que se quede en un 60%?
A igualdad de condiciones (jefe, compañeros, clientes, entorno geográfico, condiciones laborales…) la conclusión siempre es la misma: la formación es un factor, pero el resto de factores tienen que ver con la actitud de la persona. Aspectos como la ilusión, el positivismo, la orientación al cliente, las ganas de hacerlo bien, la motivación…
Quizá tengamos siempre en mente que el “Saber” es lo más importante, pero cuando no hay “Querer”, no hay nada más que hacer. Y en ese “Querer” se encuentran las ganas, la capacidad de aprendizaje, las habilidades sociales, la gestión emocional… Cosas que, en la mayor parte de los casos (por no aventurarme a decir que en todos), esto no nos los enseñan en el colegio o en la universidad. Esto lo aprendemos de nuestro entorno, de las relaciones que establecemos con las personas que nos rodean y las lecciones que quieran ofrecernos.
Creo que una persona, con las cosas claras, que conoce sus talentos y que sabe cómo ofrecerlos, tiene un cóctel de éxito en sus manos.
Según El Economista (http://listas.eleconomista.es/economia/1718-profesiones-ms-demandadas-para-2013) las profesiones más demandadas son:
- Analista de proyectos energéticos
- Programadores web
- Ingeniero de proyectos…
Y algunas más… Y estoy segura (aunque no tengo una fuente fiable para confirmarlo), que hay gente preparada para estas profesiones que están en búsqueda activa de empleo desde hace tiempo. Es más, es probable que en los próximos 5-10 años este ranking habrá cambiado.
Así mismo, hay profesiones poco demandadas (http://listas.eleconomista.es/ecoaula/2090-las-8-profesiones-con-peor-futuro) como, por ejemplo:
- Humanidades
- Periodistas
- Programadores de Cobol
Y también estoy convencida de que cada día alguno de estos profesionales encuentra trabajo y, no solo eso, sino que además se ganan la vida muy bien (además de ser muy felices, si es lo que ellos querían hacer en la vida).
¿De qué depende? No, esa no es la pregunta….
¿De quién depende?
Depende de mí. De mis ganas, de mi entusiasmo, de dónde pongo el foco, de querer ser la mejor y estar totalmente segura de que hay un sitio en el mundo profesional para mí.
Por supuesto que no tiene porqué ser fácil, nunca es fácil encontrar la profesión que nos hará sacar lo mejor de cada uno de nosotros pero, puestos a elegir… ¿prefieres luchar por una carrera que supuestamente tiene salidas profesionales (aunque nadie te lo garantizará al 100%) o por una carrera profesional que te ilusiona y que te hace feliz?
Querida lectora, querido lector, no sé cuántos años tienes mientras lees este post, pero sí sé que con casi total seguridad serás una de las personas que, como yo, y con suerte, se jubilará en torno a los 65/67 años.
Ahora quiero que hagas la cuenta de los años que te quedan hasta llegar a esa edad.
¿Cómo quieres pasar todos esos años?
A diario alumnos de coaching y recursos humanos me preguntan si se puede uno ganar la vida con estas profesiones. Mi respuesta siempre es la misma: Depende de ti, ¿estás dispuesto/a a luchar por ello para conseguirlo?