Emociones: “Quiero más”

Esta es una frase que sale de los labios de Richard Gere en la peli “Pretty Woman”, casi al final del film, cuando ella le dice que lo que le ofrece no es suficiente… “Quiero más”.

quiero-masEdward Louis le dice “Yo inventé este término”… Y lejos de ser pura ficción, me doy cuenta de que en el mundo real es más que tangible, si bien en muchos casos no somos conscientes de que nos estamos moviendo en base a esta premisa y no nos planteamos “¿Cuánto más?”.

Esto también lo preguntan en la peli y Vivian le dice “Quiero el cuento de hadas” (¿se nota que sólo la he visto unos cientos de veces?)

Aquí es donde observo el quid de la cuestión

Tengo la sensación de que nos hemos creado un “cuento” y es por lo que nos levantamos y caminamos cada día a nuestros trabajos. Caminamos en dirección a conseguir el cuento que nos hemos montado, sin poner en la balanza el coste de su consecución.

Como ya sabes querido lector, querida lectora, esto despierta en mí la tendencia, desarrollada a lo largo de varios años de profesión, de plantear algunas preguntas:

  • El escenario en el que fue creado el cuento ¿es el mismo?¿qué ha cambiado?
  • ¿Quién era la persona que creó el cuento?¿quién es HOY esa persona?
  • ¿Cuánto sabes ahora que antes no sabías?
  • ¿Qué te estás perdiendo por no parar y regular expectativas?
  • ¿Cómo te impacta esa necesidad creada no cubierta?¿cómo le impacta a los que te rodean?

Y esto me conecta con mi intervención en Radio Capital, cuando hablaba acerca del reenfoque profesional, ¿estoy hoy donde quiero estar o donde quería estar cuando tenía 15 años?

emociones-quiero-masPero volviendo al principio…

Quiero más.

Además de crearme un cuento, vivo en una sociedad donde es importante no solo lo que eres, sino también lo que pareces.

Y entramos en un juego en el que las reglas son: lucha, esfuérzate, llega alto, gana más dinero para tener un coche mejor, una casa más grande, una ropa más bonita y un bolso más caro.

Emocionalmente, ese “Quiero más” es agotador. Para mí y para mi entorno.

En el camino da igual si tus hijos te echan de menos (porque les regalas muchas cosas caras y les llevas a un colegio privado con mucho prestigio), da igual si llevas un mes sin hablar con tu madre (total, el amor de una madre es incondicional y ella te va a querer igual. Además, ella sabe que estás muy ocupado u ocupada, y lo entiende), o si tu matrimonio se ha convertido en la sombra de lo que fue (si en el fondo yo hago esto para vivir mejor todos, así que estamos juntos en esto)…

Todo esto que acabo de escribir son explicaciones tranquilizadoras.

¿Qué son las explicaciones tranquilizadoras?

Este concepto viene a definir todas aquellas cosas que nos decimos para no sentirnos culpables.

Porque si me siento culpable es porque algo no estoy haciendo bien, y si hay algo que no hago bien conscientemente, debería cambiarlo. Porque soy una buena persona.

Más de una vez mis clientes me dicen “agradezco este rato que paso contigo en la sesión porque me permito parar a pensar”.

Y yo hoy he decidido pararme a pensar: cuando digo “quiero más”, ¿dónde quiero poner el foco?

Por supuesto, todos tenemos unas necesidades económicas, unos mínimos para vivir. Y una vez cubiertos…

¿Qué es lo que realmente me apetece?

Yo ya lo tengo claro, ¿y tú?emociones-quiero-mas

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