España es un país que se caracteriza por tener un tejido empresarial construido en base a la mediana y pequeña empresa. En concreto, hay un creciente número de emprendedores que, gracias a las dificultades del mercado laboral, se animan a iniciar sus propios proyectos. Hay muchas fuentes de ayuda y apoyo al emprendimiento. Viveros de empresa y lanzaderas que apoyan la parte “estructural” de un proyecto, ¿pero quién se encarga de trabajar con la persona?
En mi metodología de coaching para emprendedores pongo foco en la persona, es el trabajo mental y emocional que hay detrás del proyecto. En focalizarse en el éxito, sin olvidar que el mayor activo es uno mismo. Si me descuido a mí, estoy descuidando a mi proyecto.